5 ferias de México a las que tienes que ir al menos una vez en la vida, y no es exageración
Si tu lista de cosas que hacer antes de morir no incluía visitar las más famosas ferias mexicanas, pues ahora deberían de estar en tu top número 1.
Estos eventos son una explosión de música, cultura, tradición, un poco de locura y antojitos que harán que hasta tu tía la más seria se anime a bailar banda a las 3 de la mañana. ¡Ahí te van nuestras recomendaciones!
Feria de San Marcos (Aguascalientes) – La madre de todas las ferias
¿Cuándo?
Abril-mayo (para que el calor no te derrita antes del palenque).
Razones para ir: 9 millones de personas en cada edición no pueden estar equivocadas, pues es la feria más grande de México y la que más historias genera entre las personas que asisten a divertirse ahí.
Tiene de TODO, desde conciertos de artistas top hasta peleas de gallos legales, pasando por arte, cultura y puestos de tacos que desafían las leyes de la física, ¿cómo le ponen tantos ingredientes a una tortilla?
Dato curioso: empezó en 1828, la gente iba a vender vacas y maíz. Hoy vende experiencias que acaban en memes familiares.
Feria de León (Guanajuato) – La que ha sobrevivido a inundaciones y ahora inunda tus recuerdos
¿Cuándo?
Enero-febrero (para empezar el año con fiesta y propósitos nuevos).
Razones para ir: más de 6 millones de visitantes al año no mienten diciendo que sus noches son leyenda.
Aquí te encontrarás mucha tradición como artesanías, pirotecnia que iluminará tu mundo, juegos mecánicos vintage y corridas de toros con ambiente para rockstars.
Dato curioso: se canceló en 1888 por una inundación, así que imagínate decir: "no hubo feria por el agua" en plena era de TikTok, te funan.
Fiestas de Octubre (Guadalajara) – En donde la fiesta tapatía alcanza niveles gloriosos, y los antojitos también
¿Cuándo?
Octubre (obvio, pero por si andas distraído).
Razones para ir: 60 años de puro ambiente cultural, donde encontrarás conciertos que van desde los Tigres del Norte hasta Kevin Kaarl, palenque, teatro callejero y talleres donde puedes aprender a hacer alebrijes, o al menos intentarlo.
Y si eres de buen diente, la comida es de lo mejor, acompañada de un buen tequila, tortas ahogadas y jericallas. Si no subes 3 kilos, ¿en realidad te creerían que fuiste?
Feria del Caballo (Texcoco) – Donde los caballos son los influencers
¿Cuándo?
Marzo-abril (para que Semana Santa tenga más emoción).
Razones para ir: la calidad de sus espectáculos ecuestres que harán que hasta el más citadino quiera montar un caballo. Spoiler: terminarás adolorido, pero con fotos épicas.
También hay peleas de gallos, charreadas y arte popular. Sí, es como viajar en el tiempo, pero con celulares grabando.
Feria Nacional Potosina (San Luis Potosí) – La que honra a un santo francés y nadie pregunta por qué
¿Cuándo?
Agosto (para sudar la gota gorda entre juegos mecánicos y puestos de enchiladas).
Razones para ir: ya son más de 80 años de tradición con eventos que van desde conciertos hasta exposiciones de ganado. Sí, las vacas y caballos también son celebridades ahí.
También hallarás zona de juegos mecánicos donde la rueda de la fortuna te hará jurar que nunca más comerás antes de subirte, pero lo volverás a hacer.
En la Feria Nacional Potosina (FENAPO) se honra a San Luis IX, Rey de Francia, porque es el patrono del estado de San Luis Potosí, y sí, de seguro no lo sabías.
¿Por qué son imperdibles todas estas ferias?
Porque son el alma de México, ya que mezclan tradición, arte, gastronomía y experiencias que no vivirás en ningún otro lugar.
Además, generarán en ti historias que contarás por muchos años. ¿Qué prefieres? ¿Decir: "fui a un Starbucks en la Ciudad de México" o "sobreviví a los juegos mecánicos de San Marcos después de 5 tequilas"?
Y si tu excusa para no asistir es porque no tienes con quién ir, pues invita a toda la familia. Además, en estas ferias siempre acabarás con compadres y comadres nuevos.
Imagen: harutmovsisyan en Pixabay
